viernes, 26 de abril de 2013


A lo largo del recorrido por el convento pudimos ir encontrando elementos que nos transportaron a cómo era la vida en aquel convento, así como encontrarnos con un sin fin de piezas que narran las intervenciones extranjeras que han tenido lugar en nuestro país.
El recorrido es interesante ya que el exconvento cuenta con muchas habitaciones y es un edificio arquitectónicamente muy valioso que hace que la visita sea muy agradable.
Fuimos avanzando por las salas, que se dividen en: Introducción, Independencia, Intervención española, de 1829, Intervención francesa o guerra de los pasteles, de 1838 a 1839; Intervención norteamericana, de 1846 a 1848; Intervención francesa, de 1862 a 1867; República restaurada; Porfiriato; Revolución e intervención norteamericana, de 1914 a 1916.
La información que se nos muestra es bastante clara, aunque uno se va dando una idea general de las intervenciones y tu imaginación recrea esos años.
La qué más nos llamó la atención en el museo, fue la Sala de  la Intervención Francesa (de 1838-1839). Las piezas que se encuentran en exhibición explican los móviles de Francia que, a través de su “diplomacia” trataron de imponer tratados comerciales desventajosos para México, entonces utilizaron como último recurso la presencia de su armada que se encontraba en ese momento en las aguas veracruzanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario